Las semillas de chía  son tus aliados si eres vegano/a. Aquelllos que siguen mis aventuras mañaneras, ya saben que utilizo las semillas de chía muy a menudo, pero les he dado pocas pistas de por qué las uso tanto y por qué les tengo tanto amor.

Cuando comencé en mi andaduras en la alimentación vegana, a la gente al mi alrededor, que de repente se convirtieron todos en nutricionistas con Phd incluído (sarcasmo), les preocupaba mucho lo siguente:

  1. De dónde sacas el calcio.
  2.  De dónde sacas las proteínas.
  3. De dónde sacas los OMEGAS -3.
  4. Y ahora qué te hago yo de comer cuando vengas a casa de visita.

A todos los que pasen por este calvario  cada día de su vida y ya estén que se tiran de los pelos, no se preocupen. Sigan leyendo, que les traigo buenas noticias.

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Semillas de chía

A las semillas de chía se le atribuyen 2 veces la proteína de cualquier otra semilla, 5 veces el calcio de la leche entera, además del boro, mineral que ayuda a la absorción del calcio en los huesos; 2 veces la cantidad de potasio de los plátanos, 3 veces más antioxidantes que los arándanos, y 3 veces más hierro que las espinacas, a parte de grandes cantidades de ácidos grasos esenciales omega 3. También es fuente de magnesio, manganeso, cobre, niacina, zinc y otras vitaminas.

Son una fuente completa de proteínas, proporcionando todos los aminoácidos esenciales en una forma fácilmente digerible. También son una fuente fabulosa de fibra soluble, las semillas absorben el agua (de 9 a 12 veces su peso en agua) y crean un gel mucilaginoso.

Por su alto contenido de antioxidantes las semillas se mantienen frescas y comestibles durante más tiempo. Las semillas de chía pueden ser fácilmente almacenadas en seco durante 4 años sin que se deteriore el sabor, el olor o el valor nutritivo, y todo ello sin un solo producto químico o conservante. Los antioxidantes ayudan a prevenir los daños de los radicales libres en tu cuerpo, el envejecimiento prematuro de la piel e inflamación de los tejidos.

Las semillas de chía son también un aliado valioso para los pacientes con diabetes debido a su capacidad para frenar la rapidez con que nuestro cuerpo convierte los carbohidratos en azúcares simples, controlando los niveles de azúcar en sangre.

Las semillas de chía son muy ricas en ácidos grasos omega-3, las grasas «buenas» que nos protegen contra la inflamación y son importantes para la salud cardíaca y el colesterol. Es la fuente vegetal que más omega 3 posee, incluso más que las semillas de lino.

A parte la chía es es tan rica en antioxidantes que las semillas no se deterioran ni se ponen rancias pudiéndose almacenar por largos períodos, lo que no sucede con las semillas de lino. Por mismo peso la chía contiene más ácidos grasos omega 3 que incluso el salmón.

También debemos tener en cuenta de que no es recomendado el consumo de estas semillitas para todo el mundo. Aquí les explico cuándo no deberían consumirlas:

  • Cuando se consumen determinados medicamentos

No se recomienda el consumo de estas semillas cuando se sigue un tratamiento médico a base de medicamentos para tratar la hipertensión. Esto es debido a que estas semillas ayudan a disminuir la tensión arterial, pudiendo potenciar alarmantemente los efectos de estos medicamentos. Tampoco se recomienda su consumo cuando se tomen medicamentos para la diabetes, se presentan bajos niveles de azúcar en la sangre o se está recibiendo insulina, así como cuando se consumen medicamentos anticoagulantes.

  • Cuando se tiene hipotensión

La hipotensión consiste en la presencia de una tensión arterial baja (esto es, valores menores a los considerados como normales). Al reducir la tensión arterial, si una persona con hipotensión las consume pueden disminuir aún más de forma alarmante estos niveles.

  • Cuando se tiene diverticulosis

Las semillas de chía son muy ricas en fibra, por lo que no se recomienda su consumo en personas que padezcan diverticulosis, que consiste en la aparición de pequeñas bolsas que se abultan en el colon o en el intestino
grueso. De hecho ningún tpo de semillas deberían en caso de sufrir esta enfermedad.

Sólo me queda decirles, que si quieren comenzar a consumirlas, consulten con su nutricionista o dietista de confianza, para que les dé unas pautas de cantidades. Tal vez tu nutricionista/dietista no las conozca aún y le estarás abriendo un nuevo mundo ante sus ojos si se lo comentas! 

Por ejemplo, yo las consumo ACTIVADAS en mis batidos verdes.

Si quieres saber cómo activar las semillas de chia y otras semillas, click aquí.

Espero te haya servido este artículo para poder por fín darle respuesta a todas estas preguntas que nos hacen a los que no tomamos lácteos!

 

 

 

Fuentes
http://www.chiasemillas.es/propiedades.html
http://www.natursan.net/contraindicaciones-de-las-semillas-de-chia-a-tener-en-cuenta/

 

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