Madre mía, esta mañana casi muero atufada, como decimos en mi tierra.
Después de mucho tiempo sin que mi chico usara perfume, va ahora y se ha comprado un desodorante mata Yolandas. Creí morir del ataque de todo que me dió cuando se me acercó a darme un beso de buenos días después de su ducha matinal … ¡¡S.O.S!!
No sé si es por el hecho de que yo dejé de usarlos hace ya unos años y me he vuelto hipersensible a olores artificiales o porque olía a todos mis exnovios juntos (juas juas juas, o no es verdad que los perfumes de hombres huelen todos igual?) . Anyways, que me desperté de muy mala manera y al pobre de mi chico lo espanté con mi carácter antiperfume, lo siento amor!
De verdad, con lo bonito que es aprender a reconocer y apreciar el olor corporal real de las personas que amamos y nos rodean, ¿¡por qué esconderlo con químicos que nos hacen daño!?
Os dejo con un artículo sobre el tema. ¡Buen día!
El perfume ha perdido su esencia. Antiguamente considerados como atributos de gran refinamiento y compuestos de extractos puros y totalmente naturales, los perfumes actuales, han sido reemplazados desde hace ya décadas, por sustancias químicas que la industria, viste de marketing refinado. El engaño es tan glamuroso, que los consumidores confusos, luchan para creer en las alertas de las asociaciones de consumidores y en los informes de investigación científica.
Los perfumistas tienen el exorbitante privilegio de no tener que especificar la composición de los perfumes comercializados, ya que están bajo el amparo del denominado «secreto comercial». Las recetas de alto secreto, les permiten mezclar cualquier producto químico. Por lo tanto, un perfume puede estar compuesto de hasta ¡100 ingredientes químicos sintéticos diferentes!. De hecho, hace ya mucho tiempo que los perfumes no contienen fragancias naturales. La química está, sin duda, en todas partes …
1. Al menos 900 de los 3.000 productos químicos de fragancia utilizados son tóxicos
La industria de las fragancias utiliza hasta 3000 ingredientes, predominantemente sintéticos, derivados de los hidrocarburos con frecuente presencia de metales (como el cinabrio o sulfuro de mercurio). Estos ingredientes contienen una amplia variedad de sustancias alergénicas. También incluyen los almizcles sintéticos, particularmente tonalide y galaxolide, diseñados para imitar los aromas naturales derivados del ciervo almizclero y el buey. De estos 3000 ingredientes, el Instituto Nacional de Seguridad Ocupacional y Salud, de Estados Unidos, ha identificado que al menos 900, son tóxicos.
Esto significa, que estos productos químicos pueden causar problemas tanto a nivel celular, y una vez que nuestro cuerpo los absorbe vía transdérmica, como a nivel de nuestro sistema nervioso, a través de la inhalación de partículas en el aire y/o de nuevo, a través de la absorción transdérmica.
2. Los perfumes están vinculados a un trastorno depresivo en individuos sensibles a los químicos
Cada vez más personas, son diagnosticadas con el Síndrome de Sensibilidad Química Multiple (SSQM), «un desorden adquirido caracterizado por síntomas recurrentes, que afecta a múltiples sistemas y órganos y que responden a una exposición a múltiples compuestos químicamente no relacionados, en dosis muy por debajo de aquellas que en la población general, comienzan a tener efectos dañinos.»
Los individuos químicamente sensibles, no sólo pueden tener más reacciones alérgicas, sino que además, existen estudios que han relacionado el uso del perfume, con el trastorno depresivo severo y con la ansiedad, en las personas que presentan esta enfermedad. Los aromas evocan emociones desde nuestro centro emocional, que está estrechamente ligado a nuestro sentido olfativo. Los que son químicamente intolerantes, pueden tener reacciones extremas, a la multitud de aromas con los que somos bombardeados a diario. En la mayoría de los casos, la persona que padece de esta enfermedad, difícil de detectar, no se encuentra bien, se siente irritable, no halla justificación alguna a su estado, padece déficit físico, y en algunos casos, también psíquico, y en realidad no sabe muy bien qué es lo que le pasa, pero el caso es que no se siente bien. A pesar de la poca información que circula entre la ciudadanía, cada vez más se está demostrando, que a medio o a largo plazo, estas combinaciones de químicos también pueden suponer un problema para la salud de las personas sanas, sobre todo en fetos y en bebés.
3. Trastornos de tiroides y hormonales, toxicidad respiratoria y dolores de cabeza
Muchos de los perfumes más vendidos en el mercado hoy en día, usados por millones de mujeres en todo el mundo, contienen sustancias químicas no reguladas y en gran parte no estudiadas. Un reciente estudio, reveló que varios productos químicos presentes en los perfumes más vendidos, pueden causar daño a la glándula tiroides, la cual regula varios procesos metabólicos importantes en el cuerpo. Los trastornos de la glándula tiroides, pueden causar obesidad y problemas para mantener un peso saludable, pérdida abundante de cabello, trastornos en el estado de ánimo y sentimientos de letargo.
Las sustancias químicas que interfieren en la actividad de tiroides saludables, también pueden contribuir al desarrollo de un cáncer en esta glándula. Debido a que es la más grande de las glándulas endocrinas, tiene algunos procesos muy importantes que controlar y por lo tanto, es absolutamente importante, que mantengamos esta glándula sana y en las mejores condiciones de funcionamiento.
Muchos de los productos químicos presentes en los perfumes, presentan un problema dual para la tiroides, ya que pueden añadir más hormonas sintéticas (en forma de estrógenos sintéticos y nocivos) a nuestro sistema y agravar aun más la situación.
4. La responsabilidad y la libertad de elección
La presencia de contaminantes químicos tóxicos, en muchos cosméticos y perfumes, está ampliamente reconocida. La lista de efectos adversos y los riesgos que este tipo de contaminación supone para nuestra salud, se alarga cada día.
La situación parece especialmente preocupante entre las mujeres jóvenes, ya que muchos contaminantes se transmiten al niño por la sangre y a través de la leche materna.
Los productos convencionales de higiene y salud, para los bebés, son también problemáticos, pero ahora y por suerte, existen productos orgánicos, para los bebés que son particularmente vulnerables a las sustancias químicas que interfieren en su desarrollo.
El perfume es un producto muy personal y emocional y a menudo, muy difícil de cambiar. Muchas mujeres en particular, y ya convertidas a la cosmética Bio, aun luchan para dar el salto y cambiar su perfume «de toda la vida» a pesar de que son éstos, considerados de los más peligrosos.
Existen alternativas: muchas marcas de cosmética bio ofrecen perfumes artesanales de altísima, y sobre todo sana, calidad. Auténticos perfumes artesanales con esencias naturales y realizados por verdaderos perfumistas de la saludable, exquisita y antigua escuela. El uso de esencias naturales, sí que generan un producto exclusivo y personal, ya que cada cual y una vez en la piel, respondemos de manera diferente a ellas. Por lo tanto, tómese su tiempo para explorar los diferentes y amplísimos aromas que, la naturaleza, tiene previstos para cada una de nosotras y vosotros y descubra su nueva y sana fragancia con placer… y salud.
Fuentes para este artículo incluyen:
– www.naturalnews.com
– www.preventcancer.com
– safecosmetics.org
– www.asquifyde.es
– www.huffingtonpost.com
Extraído de: http://ecoexpoonline.com/newsdetail.php?ID=1308
Lo que matan no son los perfumes sino los componentes que llevan dichos perfumes. Yo sólo he tenido un perfume en mi vida: Moana Bouquet de Puig. Y cuando me regalaron mi primer frasco por navidades (sólo tuve dos) mi abuela me dijo «el perfume es sólo para las ocasiones especiales.» Me quede sin fragancia porque la retiraron del mercado y desde entonces no he vuelto a usar más perfumes. Yo le hice caso, porque encontré que tenia mucha razón. No hay nada mas desagradable que a las 9’00 de la mañana alguien lleve un perfume que invada toda la habitación, y no importa que sea un Don Algodón o un perfume de Calvin Klein.
Yo usaba muchos perfumes antes, pero de repente dejé de usarlos y qué va, ya si me llega el olor de algo fuerte no puedo con la vida 😛
Yo llevo dos años con alergia al perfumen y fragancias, así que nada de olores químicos.