Adoro el falafel.

Viví en Berlín algo más de un año y esa ciudad es conocida, entre fiestacas brutales y otras cosas,  por la cantidad de sitios que hay para comer falafel por algo menos de 4 euros.

Lo malo, el aceite asqueroso que usan. Así que en el duro inviernos Berlinés me compré una maquinita que todo tritura y empecé a inventarme mi propio falafel.  Totalmente vegano, sano y además, aprovechando los restos de los zumos que hago con la licuadora, que no está la cosa para ir despilfarrando. Hoy lo hice de almuerzo para mis compis de piso y os aseguro que se quedaron la mar de contentos. Ahí va la receta!

Para 4 porciones necesitaremos:

  • Paquete de medio kilo de garbanzos que dejamos en remojo toda la noche con mucha agua en un buen bol.
  • 1 cebolla amarilla grande.
  • Un puñado de perejil o cilantro fresco.
  • 3 dientes de ajo ( me encanta el ajo, no puedo evitar abusar de él)
  • Harina de garbanzo unas 4 cucharas soperas o má según veamos cómo va ligando la masa.
  • Sal marina y pimienta al gusto.
  • Polvo de curry al gusto. Yo le pongo curry a todo, al falafel, al hummus … menos a los batidos, que ya verás tú como se me cruce un cable algún día … jeje.
  • Aceite de coco para freir y ligar la masa. No es barato, pero es la mejor opción para freir ya que su punto de humo es bien bajo y no daña tanto nuestra salud. No hace falta que gasten un bote entero de una vez, con que pongan suficiente y cubra la base de la sartén, basta. ( al final de este post te explico por qué uso aceite de coco para freir).
  • Procesador de alimentos.
  • Sartén
  • Para hacer la forma del falafel yo uso una cuchara para hacer bolas de helado 😀

Preparación:

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Pelamos la cebolla cortamos en cachos y lo mismo con el ajo.

Añadimos en una procesadora de alimentos los garbanzos escurridos y enjuagados con todos los ingredientes, con un buen chorro de aceite de coco (derretirlo primero si no hace calor)  y que triture bien hasta que haga una mezcla más o menos homogenea. No importa si quedan algunos tropezones, está bien que tenga algo de textura.

Calentar la sartén con el aceite de coco, que si hace frío estará solidificado, por lo que habrá que sacarlo del bote con cuchara.

Hacer bolitas a mano con la mezcla que hemos hecho o si tienes un molde o una cuchara de helados,  hacerlas con ella y poner en la sartén.

Freir hasta que quede doradito por un lado y por otro y servir con arroz y ensalada.

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Espero que les guste esta receta!

Lo mejor de todo es que a partir de esta receta siempre puedes agregarle lo que tú quieras, que va a quedar riquísimo siempre!

Cuéntame qué te parece o comparte en los comentarios cómo lo preparas!

Sólo un detalle más. Explicarles lo que es el punto de humo del aceite de coco 🙂

Punto de humo

Punto de humo es la temperatura a la cual el aceite se descompone y se convierte en un vapor. En este punto, la composición química cambia y ya no es adecuado para la cocción. La edad, el procesamiento y la técnica de origen, influyen en el punto de humo de un aceite especial. En general, los aceites refinados y los frescos tienen puntos de humo más altos que los aceites no refinados y viejos. El aceite de coco es estable a altas temperaturas, lo que significa que tiene un alto punto de humo. Sin embargo, el aceite de coco está disponible en dos formas, refinados y sin refinar. Ambos tipos son adecuados para altas temperaturas de cocción, pero el aceite de coco refinado tendrá un punto de humo aún mayor.

Y ahora ya sí que me despido!

Buen provecho familia!

Muáh!

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