En vista del éxito de mi última actualización sobre el magnesio y el gran interés que ha creado, os voy a dar un truquito para hacer en casa vuestro propio «aceite de magnesio».
Se le llama aceite porque al mezclar los elementos necesarios para su elaboración, que no son más que  cloruro de magnesio y agua destilada, se crea una  reacción química entre ambos que resulta en una solución aceitosa. Se trata en realidad de una solución acuosa saturada. Cosas de la química! Bueno vamos a lo nuestro, agarren papel y lápiz:

Necesitaremos:

Copos de CLORURO DE MAGNESIO. Hay miles de marcas, por ejemplo Ana María la Justicia es una fácil de encontrar en herbolarios.
Luego existen otras marcas que te traen el cloruro de magnesio puro del Mar Muerto, en internet hay miles.

Agua destilada: poco más que añadir aquí.

Una botella con atomizador: 
Como siempre, les diré que botella de cristal ante todo. Por motivos ecológicos y también porque a la larga toda los químicos usados en la fabricación de una botella de plástico acaban en lo que nos ponemos en la piel o en lo que nos bebemos. Ojito! Pero bueno, si no tienen al alcance una botella de cristal, optaremos por la de plástico.

Elaboración:

Hervir 1 litro de agua destilada. Es importante utilizar agua destilada para extender la vida útil de la mezcla.

Una vez haya hervido el agua agregar el cloruro de magnesio en polvo, serán unas 2 -3 cucharas soperas de polvo. Esperar a que se enfríe y lo pones en una botella de cristal. Aquí puedes agregarle algún aceite esencial como lavanda o romero para darle olorcito y propiedades calmantes (por la lavanda).

Pon en la botella de spray lo que vayas a utilizar y el resto en la nevera.

Se conservará en buen estado hasta 6 meses, pero vamos que esto en un «plís» estamos preparando otra botella.

Listo Calisto. Así de fácil, ¿increíble verdad? Ahora unos consejitos de como aplicarlo en el cuerpo para una mejor absorción.

Lo que vamos a hacer, echarlo por nuestros cuerpos serranos se le llama «Administración percutánea o transdérmica del Magnesio».

Yo me lo echo normalmente después de haberme exfoliado de arriba a abajo y haberme pegado una buena ducha así la piel está un poco más permeable y dará mayor acceso al líquido para una mejor penetración.

Echar en cualquier parte del cuerpo: brazos, muslos, espalda (y ya si nos dan un masaje mejor que mejor…) o barriga (he leído por ahí que para los hombres la zona con piel que mejor absorbe cosas del exterior son los testículos, pero no lo hagan porque PICA y mucho). No aconsejo en la cara porque puede irritar y secar la piel si se hace todos los días, pero 1 vez a la semana y luego hidratarla no pasa nada.

Para los que tengan el «lujo» de una bañera en condiciones, también les recomendaría que compraran sales de Epson (sulfato de magnesio, de venta en herbolisterías) y se pegaran un buen baño o dos a la semana sólo con estas sales, nada de jabones o espuma y le añadan aceites esenciales de lavanda, romero, salvia y buena compañía, sobre todo esto último que a veces es la mejor terapia de todas! 😀

Si necesitas encontrar el equilibrio en tu dieta, necesitas dietoterapia por alguna enfermedad o simplemente comer mejor que sepas que soy Dietista-Nutricionista y me encantaría ayudarte.
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Muáh!

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